sábado, 4 de julio de 2009

MADARCOS



Madarcos

Con vista hacía Madarquillos
río que su tierra baña
La Majada que lo apaña
refugió los pastorcillos.
Se exportaba carboncillos
a Madrid de su dehesa
de roble, madera gruesa,
al igual que algún molino
el de Fustina o Paulino
los que hacían su remesa.

La iglesia de Santa Ana
se remozó varias veces
la Villa creció con creces
y su población ufana.
La fragua típica diana
El potro y El lavadero,
conservan ese tintero
de su real nacimiento
como fiel asentamiento
de un comarcal placentero.