
Prádena del Rincón
Al pie de La Mujer Muerta
macizo de gran altura
creció allí con su cultura
este rincón con su puerta;
que al cielo siempre está abierta
pues elevada parece
su prado que la embellece
fuente de agua natural
de su centro con brocal
con piedad le favorece.
Cuando el invierno era crudo
lobos y zorros bajaban
y allí pues se alimentaban
ante el hambre y frío rudo.
Un Santo como un escudo
a su iglesia resguardaba
allí siempre se amparaba
por sus aires tan tranquilos
Santo Domingo de Silos
quien nunca te abandonaba.
Al pie de La Mujer Muerta
macizo de gran altura
creció allí con su cultura
este rincón con su puerta;
que al cielo siempre está abierta
pues elevada parece
su prado que la embellece
fuente de agua natural
de su centro con brocal
con piedad le favorece.
Cuando el invierno era crudo
lobos y zorros bajaban
y allí pues se alimentaban
ante el hambre y frío rudo.
Un Santo como un escudo
a su iglesia resguardaba
allí siempre se amparaba
por sus aires tan tranquilos
Santo Domingo de Silos
quien nunca te abandonaba.